En el contexto actual, donde los ciberataques a entidades públicas son cada vez más frecuentes y sofisticados, el Esquema Nacional de Seguridad (ENS) se posiciona como el marco legal y técnico fundamental para proteger la información manejada por las administraciones públicas en España.
El ENS es un conjunto de principios, requisitos y medidas de seguridad obligatorias que deben cumplir todas las entidades del sector público —y también empresas que colaboren con ellas— para garantizar la confidencialidad, integridad, disponibilidad, autenticidad y trazabilidad de la información y los servicios digitales.
Fue creado mediante el Real Decreto 3/2010, modificado posteriormente en el Real Decreto 311/2022, para adaptarlo a las nuevas amenazas y al Reglamento General de Protección de Datos (RGPD).
El Esquema se articula en torno a tres pilares fundamentales:
Además, exige la existencia de un responsable de la seguridad y un Plan de Adecuación al ENS, con revisión y auditoría externa obligatoria cada dos años.
Implementar el ENS no es un trámite simbólico, sino un proceso que implica:
El principal obstáculo es el coste económico y operativo: entre 2 y 3 millones de euros para ayuntamientos grandes, sin contar el gasto de mantenimiento y renovación de certificados. Pero el mayor problema es la falta de conciencia y voluntad política: en muchos municipios, la ciberseguridad no se percibe como prioritaria.